A unos 15 km al sur de Valencia, se encuentra el lago de la Albufera[1] uno de los espacios protegidos más emblemáticos de la Comunidad Valenciana, tanto por su extensión como por la alta biodiversidad que acoge.[2] Con longitud y anchura de 6 km,[3] se encuentra limitada por el este con la Dehesa del Saler, que es una franja arenosa de unos 1200 metros de anchura y que constituye el dique natural del lago. Por el norte, Sur y Oeste está rodeada de extensos arrozales pertenecientes a los diversos municipios lindantes con la Albufera.[4]
Antiguamente la Albufera de Valencia era un lago que se extendía más de 300 km2 que, actualmente se ha reducido a causa de los enterramientos para ganar espacio a los cultivos, principalmente al de arroz (que ha permitido y permite el mantenimiento de este espacio como zona húmeda). El Parque Natural actual delimita una superficie de 210 km2 / 21.000 ha. De estas, 2837 ha. corresponden propiamente al lago de la Albufera.
La albufera de valencia es un espacio natural protegido sobre la figura de Parque Natural, según el decreto 89/1986 del Consejo de la Generalitat Valenciana de 8 de julio. Es además “Zona Húmeda de Importancia Internacional” (Ramsar), parte integrante de la Red Natura 2000, “Zona de especial protección de las Aves” (ZEPA) y seleccionado como “Lugar de Importancia Comunitaria” (LIC). Además, algunas partes de su ámbito han sido también declaradas como “Micro-reserva de Flora” y como “Reserva de Fauna”. Los instrumentos de gestión fundamentales son el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y, fundamentalmente, el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG).[5]
LAS AVES DE LA ALBUFERA Y EL TURISMO ORNITOLÓGICO
Las aves, más allá de su belleza y comportamiento, tienen una relación ecológica con el entorno donde viven. Esto es especialmente interesante en los ecosistemas de una zona húmeda, y todavía más en un medio tan transformado y humanizado como el agrícola. En estos sistemas las aves tienen una influencia vital en cosas que nos incumben tanto como la producción de alimentos humanos, la salud ambiental o el mantenimiento del paisaje.[6] [7] Los humedales son ecosistemas dinámicos y complejos, que cambian con las estaciones y los años a medida que los niveles de agua cambian. La cantidad y el momento en que los niveles de agua suben y bajan impactan sobre la vegetación, lo que afecta directamente a la alimentación, reproducción y anidación de las aves acuáticas.
A lo largo del año se pueden ver alrededor de 350 especies diferentes de aves, de las cuales alrededor de un centenar utilizan la albufera para reproducirse. El parque mantiene además valiosas poblaciones de diversas especies de aves en un estado de conservación desfavorable o en peligro de extinción en Europa.

Hoy en día gracias a los esfuerzos de recuperación del proyecto Life + Albufera, llevados a cabo por los diferentes centros como los tancats de l’Illa, la Pipa, el Raco de l’Olla, etc; se han vuelto a introducir exitosamente especies que se pensaban perdidas.[8]
SITUACIÓN Y PROBLEMÁTICA
La fragilidad es la característica dominante de las zonas húmedas. Si no se interponen acciones correctoras de los mismos hombres, la vida salvaje de los humedales es molestada por casi todas nuestras actividades: el humo y el ruido de los coches, los abocamientos de las industrias, los pesticidas de la agricultura, el ansia de los cazadores, la desecación y los enterramientos y la des-forestación de los márgenes de los barrancos.[9]
La albufera de Valencia resulta ser un elemento de gran importancia natural y cultural. En concreto para las aves que migran pasando por ella tanto hacia el norte como hacia el sur. Su historia, los municipios que posee y sus tradiciones le agregan un saber cultural de gran importancia por el que hay que luchar y mantenerlo. La condición del parque sin embargo deja mucho que desear, sus problemas, pese a tener solución, no se solucionan pues la administración no da el dinero para los proyectos de saneamiento, difusión y reutilización y rehabilitación de espacios. Sumando además la enorme demanda de turismo de la zona y las tendencias en alza por el turismo de naturaleza y el turismo ornitológico, se puede decir que los componentes para un proyecto como es una red de miradores/hides, para la observación de aves, que genere un beneficio económico y social del parque natural está más que justificado y sería una solución transversal y potente que podría mejorar sustancialmente la situación actual.
Bibliografía
[1] TORTOSA, P & PRÓSPER, P. L’albufera Guia De Descoberta Del Parc NatUral. Valencia: PUV, publicaciones de la universitat de valencia 2007. [Consulta: 18-06-2017]
[2] SEO/BirdliFe <http://www.seo.org/2017/01/31/donana-delta-de-lebre-y-lalbufera-de-valencia-podrian-entrar-en-un-punto-de-no-retorno/> [Consulta: Junio 2017]
[3] TORTOSA, P & PRÓSPER, P, op
[4] MOLINER GARCIA, J.M, et al. Jornadas sobre la problemática de l’Albufera. Valencia: Imprenta fermar San José de la montaña 1982. [Consulta: 23-07-2017]
[5] ASSOCIACIÓ VALENCIANA DE CUSTÒDIA I GESTIÓ RESPONSABLE DEL TERRITORI (AVIVENÇA). Guía normativa del parque natural de l’Albufera. [en línea]. Valencia: 2012 [Consulta 06-07-2017]. Disponible en: https://albufera.valencia.es/sites/default/files/guia.pdf
[6] SEO/Birdlige <http://www.seo.org/2012/01/17/aguas-1-entrada/ > [Consulta: Junio 2017]
[7] SEO/Birdlige <http://www.seo.org/2014/01/22/voluntariado-de-conservacion-activa-de-los-humedales/> [Consulta: Junio 2017]
[8] PIERA, E. Monografía El cas de l’Albufera. Zones humides valencianes. Valencia: COPUT, Conselleria d’Obres Públiques, Urbanisme i Transports 1988 [Consulta: 20-06-2017]
[9] PIERA, E, op.