El manifiesto del tercer paisaje es quizá el libro más conocido del ilustre paisajista, arquitecto, jardinero y ensayista francés Gilles Clément. Del que ya hablé en este artículo analizando el libro El jardín en movimiento. En él nos habla del paisaje desocupado, sin explotar, residual. Aquél bastión de la diversidad que aparece entre, y durante, los paisajes urbanos y explotados; el tercer paisaje.
Tras la gran difusión e interiorización de las ideas del tercer paisaje, Gilles ha puesto el propio manifiesto libre de pago en la red y distribuidores locales en Francia. Sin embargo para llegar al público nuevamente se relanzó como una segunda edición ampliada, con textos sobre la evolución del propio tercer paisaje durante 2004-2013.
«Publicado originariamente en francés en 2004 el manifiesto del Tercer paisaje se ha convertido en uno de los textos clave para entender el paisajismo contemporáneo. Gilles Clément vuelca en él un programa para el Tercer paisaje, aquel que aparece en las cunetas de las carreteras, en los lugares residuales de las ciudades, en los espacios de transición entre la ciudad y el campo que no han sido controladas por la acción deliberada del hombre. Lugares donde aflora un sistema biológico verdaderamente libre.»
El libro presenta una fachada de manual teórico, de definiciones claras y concisas que esconde cierta interpretación libre. Así, los resultados de los términos oscilan entre lo leído, comprendido y asimilado. Gilles Clément nos invita a reflexionar sobre los territorios olvidados recuperados para la diversidad. Sobre el devenir del espacio sin uso institucional y de la libre evolución de la naturaleza. Cómo in embargo son fácilmente entendibles en su forma física y práctica.
«Las disciplinas centradas en la comprensión de las relaciones humanas, generalmente afrontan sus investigaciones desde el estudio de los espacios urbanos, lo que se suele traducir en la mayor relevancia de los territorios más densos, más intensos y más complejos desde un punto de vista económico, social o cultural. Clément, por el contrario, propone reorientar la mirada hacia los intersticios de nuestra sociedad, lugares residuales y abandonados llenos de potencialidad donde observar y comprender problemas a los que la ciudad no ha sabido o no ha podido dar aun respuesta, descubriendo el papel que dentro de ella tienen o podrían llegar a tener. «
Más allá de valoraciones propios hoy hablaré del contenido y la obra del Manifiesto del Tercer paisaje.
Gilles estructura su libro como en el «jardín en movimiento» introduciendo al lector con un fragmento inicial y definiciones, para pasar concepto a concepto, por todo aquello que forma el tercer paisaje. Articulado de esta forma se plantean los 12 puntos que forman el tercer paisaje.
I – ORIGEN
La expresión Tercer paisaje nace de una mirada sobre el Lemosín (Limousine, Francia). Paisaje productor, donde se erige el prado y el pequeño bosque como únicos elementos importantes. Donde la gran mayoría del espacio han sido humanizados y catalogado en «luz» y «sombra». Si dejamos de mirar el paisaje como si fuese el objeto de una industria podremos descubrir de repente -¿se trata de un olvido del cartógrafo, de una negligencia del político?- una gran cantidad de espacios indecisos, desprovistos de función a los que resulta difícil darles nombre. Este conjunto no pertenece ni al dominio de la sombra ni al de la luz. Situado en los márgenes, disperso y de dimensiones modestas. El refugio de la diversidad.
II – EXTENSIÓN
La ciudad produce tantos más espacios residuales cuanto más distendido es su tejido. Los espacios residuales del corazón de la ciudad son pequeños y escasos, mientras que los de la periferia son grandes y numerosos. El espacio rural produce tantos más espacios residuales -y conjuntos primarios- cuanto más importante es su relieve, y produce tanto menos cuanto más débil es su relieve. Las fronteras del Tercer paisaje son las del Jardín planetario, los límites de la biosfera.
III – CARÁCTER
El Tercer paisaje lo forman los conjuntos primarios (naturaleza imperturbada), los espacios residuales (espacios del desuso, abandono y reconquista) y las reservas (conjuntos protegidos de la actividad humana por decisión).
Los conjuntos primarios (que albergan la mayor diversidad del planeta) junto a las reservas mantienen un sistema en equilibro. Por contra los espacios residuales acogen a plantas pioneras que posteriormente dejan paso a otras hasta afianzar una estabilidad. Estos espacios residuales constituye el territorio de la mezcolanza y lo forman todos los espacios del mundo cada vez más antropizado.
IV – ESTATUTO
El borde de una carretera o el espacio residual urbano no son objeto de ninguna clase de protección. Aunque estos constituyen reservas biológicas. La realidad del tercer paisaje es de orden mental y va mas allá de cualquier frontera, se trata de una comprensión de orden mundial y de responsabilidad colectiva, e incluso de orden político. Preservar la diversidad.
V – RETOS
La diversidad se expresa por medio del numero de especies sobre el planeta, y por la variedad de sus conductas. La expansión del ser humano por el planeta no aumenta la variedad de conductas de su especie y limita el de otras. La perennidad del Tercer paisaje -de la diversidad, el futuro biológico- está vinculada al numero de seres humanos y, sobre todo, a las prácticas llevada a cabo por dichos seres humanos.
VI – MOVILIDAD
El Tercer paisaje, espacio de poderosas dinámicas, cambia de forma con el paso del tiempo. Movilidad por cambios internos (acceso al climax), cambios con el entorno y con el mercado político.
VII – EVOLUCIÓN
Evolución que coincide con la evolución en la ordenación del territorio. Las posibilidades de continuación biológica disminuyen con la cerrazón de las mallas del territorio. La diversidad disminuye proporcionalmente
VIII – ESCALA
El Tercer paisaje no tiene escala. Cubre el conjunto de los ecosistemas capaces de garantizar el mantenimiento de una diversidad. Así del bosque al liquen son ecosistemas, pudiendo apreciarse desde el satélite al microscopio.
IX – REPRESENTACIÓN Y LIMITES
La representación del Tercer paisaje depende de la posibilidad de fijar sus límites geográficos. Límites que aparecen en las fronteras entre los espacios residuales y los territorios explotados. Los límites entre espacios residuales nuevos y antiguos (primarios o reservas) no existen desde el punto de vista del Tercer paisaje.
Los límites-interfaces, cantoneras, lindes, bordes- constituyen por si mismo grosores biológicos. Su riqueza es a menudo superior a la de los medios que separan. La representacion de los límites del Tercer paisaje no puede traducir objetivamente su grosor biológico pero puede evocarlo.
X – RELACIÓN CON EL TIEMPO
El tercer paisaje evoluciona dentro de la dependencia biológica, siendo esta más compleja cuanto más numerosos son los seres presentes. Esta evolución es impredecible y se mueve por las necesidades de adaptación al medio. Esta evolucion inconstante es resistente al paso del tiempo y permite la adaptación continua evitando los derrumbamientos.
Así este desarrollo presenta fenómenos darwinianos (de cambios violentos y breves), como lamarkianos (cambios largos y atenuados). Debido a su dispositivo heterogéneo, a su inconstancia y a su desmesura temporal, el Tercer paisaje se presenta como el territorio de la invención biológica.
XI – RELACIÓN CON LA SOCIEDAD
Desde el punto de vista de la sociedad el Tercer paisaje puede ser considerado como un espacio de ocio, un espacio de naturaleza, improductivo e incluso sagrado. Las instituciones por contra al capitalizar el espacio e instituirlo llevan a la regulación del espacio, definición de usos y normativa aplicable. Esta protección institucional va contra el devenir del Tercer paisaje, mientras que el abandono del mismo favorece los procesos naturales. El abandono por parte de la institución no es un abandono en absoluto. Los principios de evolución económica y evolución biológica no deben superponerse.
XII- RELACIÓN CON LA CULTURA
El Tercer paisaje permanece en todas las culturas. Forma parte del discurso de ordenación del territorio y por oposición a este. Varía de forma según la cultura y el territorio, pues en toda cultura no hay situación perfecta y ahí emerge el Tercer paisaje.
MANIFIESTO
El apartado de manifiesto como tal, propone una serie de directrices (o preguntas), para afrontar los diferentes puntos anteriormente descritos. Gilles propone sin rotundidad el marco de trabajo para el establecimiento de un Tercer paisaje como ecosistema global, fuente de diversidad y beneficios.
EVOLUCIÓN Y PRESTA EN PRÁCTICA DEL TERCER PAISAJE
Por último en esta edición ampliada se ofrece una serie de casos en las que se estudia el desarrollo de territorios tras la publicación de El manifiesto del Tercer paisaje y proyectos en concreto de aplicación del mismo. Estos textos ayudan a comprender los problemas y oportunidades que ofrece la mentalidad del autor aplicado a un marco práctico y brindan un «final inacabado» muy interesante al libro.

CONCLUSIONES
El manifiesto del Tercer paisaje es, para mi, una obra obligatoria. Sencilla, directa, ligera pero cargada de ideas que dan una vuelta a la comprensión del espacio en desuso, del espacio natural y naturalizado y de su relación con los seres humanos y con la cultura. Una obra que queda en el recuerdo y a la que vuelvo de vez en cuando para obtener una lectura diferente cada vez.
Descripción técnica del libro:
Traducción: Maurici Pla, Susana Landrove Bossut
12 x 18 cm
84 páginas
Español
ISBN/EAN: 9788425231261
Rústica
2018 (2ª tirada)
Nueva edición ampliada
Fuentes:
Haz clic para acceder a pai3gc2.pdf
https://ggili.com/manifiesto-del-tercer-paisaje-libro-3596.html
http://www2.ual.es/urbs/index.php/urbs/article/view/palacios/89
https://territoriosecologicos.wordpress.com/2011/01/21/1-2-2-1-gilles-clement-manifiesto-del-tercer-paisaje/
https://laderasur.com/mas/jardinero-versus-arquitecto-aproximaciones-al-tercer-paisaje/_
Un comentario en “MANIFIESTO DEL TERCER PAISAJE. Los 12 PUNTOS de la obra fundamental de Gilles Clément”